Un texto médico-astrológico del Siglo XV: “Eclipse del sol” del licenciado Diego de Torres

La posición de la Astrología entre las ciencias es muy peculiar. Su origen es tan remoto que antecede incluso a la escritura; ha formado parte integral de la vida de todos los pueblos que han intentado sobrepasar las barreras de la barbarie; se la ha estudiado con enorme entusiasmo no sólo en Europa, sino también en el antiguo Egipto, en India, en China, en Babilonia y en Caldea, siendo los árabes y los judíos los elementos transmisores a la Europa de la Edad Media. Se la ha estudiado de una forma ininterrumpida durante miles de años y a ella han dedicado sus desvelos y atención algunos de los intelectuales de mayor envergadura de todas las épocas. Alberto Magno era un astrólogo convencido, e incluso Roger Bacon llegó a proyectar un sistema médico universal fundamentado en la Astrología. Estos ejemplos, aun siendo muy significativos, no constituyen ninguna excepción, ya que, especialmente en la Edad Media, un cierto bagaje de conocimientos astrológicos constituía una zona necesaria de la educación de todo individuo. Todavía hoy en día ciertas expresiones y términos astrológicos se han infiltrado en nuestra lengua sin que tengamos conciencia de la realidad semántica, netamente astrológica, a que un día pertenecieron. Así cuando consideramos una cosa; cuando encontramos ciertas cosas o personas en oposición; cuando somos testigos o nos hablan de un desastre; cuando encontramos algunas cosas exorbitantes; cuando decimos que fulano ha nacido con buena o con mala estreita, etc., hacemos más que registrar por medio de la lengua una serie de realidades que apuntan a esta ciencia ya extinguida. No obstante todavía retenemos términos que como Lunes, Martes, Miércoles, Jueves, Viernes, nos recuerdan algunos de los planetas que tanta importancia habían de tener en la vida tanto colectiva como individual del hombre de la Edad Media. En Medicina todavía se emplean términos tan usuales como son lunático y enfermedades venéreas, e incluso los médicos comienzan sus prescripciones con el signo de Júpiter. […].