¡Un maldito domingo!; Y nos dijeron que éramos inmortales; Milagro en el mercado viejo
Categories: Latin American Theatre
Apenas veintiocho años de edad y un corazón abierto a todas las voces del Buenos Aires multitudinario. Este podría ser el comienzo de una glosa tanguera, que tal vez suscribiría Osvaldo Dragún, a quien precisamente nos estamos refiriendo. Decir que es el autor dramático argentino de mayor suceso de los últimos tiempos, o que la edición de sus obras es de las más leídas, probablemente para él no signifique mucho. Pero sí que —y éste es un sentimiento auténtico en Dragún— se considera con orgullo un engranaje más en ese formidable mecanismo que es el movimiento de los Teatros Independientes.
Tal se ha escrito con referencia al Osvaldo Dragún que hace su aparición en los anos peronistas. Desde entonces ha seguido siendo defensor de un teatro comprometido con la evolución y la justicia, es decir, con el hombre. Ya digo que está perfectamente integrado en la concepción revolucionaria de América Latina, de manera que muchas de sus obras son una respuesta al hecho histórico inmediato, a lo que él ha considerado pasos seguros o falsos en la vida del continente.