Teoría y creación literaria en Fransisco Ayala
Categories: Literary Criticism
Se observa en los escritos todos de Francisco Ayala –creador antes que nada, pero también crítico, ensayista, sociólogo–, pese a su gran diversidad, como un vigoroso entronque común. No es ya que sean hijos de la misma pluma: es que unos y otros, los imaginativos y los discursivos, coinciden en su última profundidad y vienen a ser algo así como las particulares modulaciones de un tema único, de un entrañable sentir. Cabría pensar entonces que teorías y realizaciones artísticas, lejos de cualquier discrepencia, se completan mutuamente en Ayala y mutuamente se dan luz. Las motivaciones íntimas que en algún relato suyo quizá escapen al lector podría éste verlas aclaradas en la doctrina de sus compañeros. Y viceversa.
He ahí, resumida, la nada sencilla tarea que ha acometido Estelle Irizarry en este libro. Con seguro paso la veremos seguir las formulaciones teóricas ayalescas (de carácter general unas veces, aplicadas a diversos autores otras) para, a continuación, contrastarlas con las correspondientes obras de invención. Los resultados no pueden ser más positivos. De principio a find el mundo literario de Ayala se revela dotado de una esencial coherencia. El maestro granadino concibe la novela como género ejemplar, ético-social (y por eso abierto a todos los lectores, a cada uno según su capacidad). Las suyas pintan un mundo en crisis, este mundo nuestro de la sociedad de masas donde el individuo se encuentra solo y desamparado. Al novelista –conciencia de su época al fin– le toca exaltar los valores del espíritu, defender la dignidad humana. El hombre cae de su condición y se animaliza (recuérdense títulos como Muertes del perro e Historia de macacos) cuando le falta la libertad.
Así clama Ayala, nobilísima voz, «español en América». Pero Estelle Irizarry se acerca también a aspectos muy concretos de este mundo novelesco, a su técnica narrativa, estilo, personajes, temas comicidad, concordancia con otros autores, etc. Toquemos alguno muy de pasada. Por ejemplo, esta temática negativa o escatológica de que se suele culpar al novelista. Las crudezas, las imágenes fisiológicas, los personajes deplorables existen, sin duda. Pero no han brotado como feroz negación de lo humano, sino por vía de escarmiento, desde la fe última en el hombre y en su capacidad de enmienda. Viva está en Ayala –tan identificado con el arte cervantino– la compasión por sus criaturas. En suma, el universo ayalesco, con sus cambiantes enfoques y perspectivas, sus guiños de humor, sus concientes ambigüedades, es de los más ricos y sugestivos con que pueda encontrarse el lector.