Superficies

Witold Gombrowicz consideraba que la poesía era un sacudimiento de la prosa, su intensidad, o más extrema lucidez. La tradición poética moderna insiste también en esa necesaria participación de la prosa en el poema. Los ensayos reunidos en Superfícies, barajando muy diversos temas, tonos y enfoques, corroboran la convergencia de prosa y poema. Un mismo lenguaje, en el aguijón de lo simultáneo, traza muchas posibles escrituras. Y así son estos ensayos: escrituras posibles, que no llevan el dato o la idea a una rigidez mansa, casi legal, sino que provocan lo insólito, lo festivo, a partir del rigor, como para mostrar que la lucidez también merece un lenguaje específico, más estrenado que trajinado. Superfícies es un calidoscopio. Ensayos visuales, ensayos malabares, ensayos de ensayo, ¿ensayos? sobre Apollinaire, Lezama Lima, el punto, las erratas, la taxonomía, el exilio, que suscitarán lecturas y relecturas.

Nacido en 1946, Octavio Armand sale de Cuba por primera vez en 1958, y por segunda vez en 1960. El dato no carece de importancia. Su poesía y su prosa se muestran, siempre, ariscas a todas las formas de la ortodoxia, como escritas contra una historia demasiado oficial. Ha publicado varios libros de poesía: Horizonte no es siempre lejanía (1970), Entre testigos (1974), Piel menos mía (1976), Cosas pasan (Monte Ávila Editores, 1977) y Cómo escribir con erizo (1979). Superfícies es su primer libro de ensayos.