Sin rumbo

Dentro de Ia producción novelística de Eugenio Cambaceres (1834-1888), sin dudas uno de los más importantes cultores del naturalismo de la generación literaria del ochenta, Sin rumbo constituye uno de los logros literarios más altos, al tiempo que ejemplifica acabadamente la técnica y la concepción del mundo del escritor. Cambaceres se había iniciado como narrador con Potpourri en 1881. Tres años más tarde edita Música sentimental y, al siguiente, Sin rumbo, donde evidencia ya la destreza de narrador maduro y seguro de sus posibilidades, que volverá a dar prueba de ello en su cuarta y última novela, En la sangre, de 1887, de asunto porteño como las anteriores, centrado en este caso en el inmigrante. En las andanzas del protagonista de Sin rumbo, descritas con vigoroso estilo y presentadas con audacias temáticas poco menos que insólitas para su época, Cambaceres ha querido pintar el carácter de uno de esos representantes de la clase alta porteña de fin de siglo, minados por el “spleen” y el aburrimiento vital, y probablemente cercanos a la conformación psicológica del propio autor y a la del grupo humano que lo rodeaba.