Ritos y fábulas de los Incas

Esta obra fue escrita por el padre Cristóbal de Molina, el cuzqueño, a mediados de 1572, aunque publicada por primera vez en 1873, y no en su original castellano, sino en inglés. Se conceptúa hoy a Cristóbal de Molina una autoridad para el estudio de las costumbres, creencias y ritos de los antiguos incas. Según Ernesto Morales —que prologó esta obra en anteriores ediciones de Futuro— Molina comparte con los mestizos Garcilaso de la Vega y Blas Valera, la seguridad que el conocimiento del quechua pudo dar a sus investigaciones. Y si no posee el estilo galano, de verdadero escritor, de quien compusiera los COMENTARIOS REALES, lo supera en lo que concierne a no dejar correr excesivamente la fantasía para abogar por la memoria de sus ascendientes aborígenes. Modernizando la vieja crónica, Morales la dividió en seis capítulos, pues ella, en su original se presenta —según era corriente entonces— en un conjunto corrido, sin hacer la separación por temas. Así como se ha corregido la ortografía y modificado la puntuación cuando ésta alteraba el sentido de la frase. Todo ello, persiguiendo una mayor comprensión entre los lectores actuales que desean conocer el pasado de América en sus fuentes y la obra de los antiguos cronistas, poco literatos, pero veraces, pintorescos y merecedores de traspasar el límite de los eruditos y ser conocidos por el gran público.