Pedro Salinas: el diálogo creador

En la poesía de Pedro Salinas el diálogo adquiere una importancia desusada y se convierte en factor tan original como sustantivo. Así lo demuestra el libro que el lector tiene en sus manos. «Diálogo» ha de entenderse aquí como una apelación cordial, un dirigir la palabra a cualquier ser posible —las cosas, la amada, el Absoluto—, sin precisión de respuesta expresa. La predilección de Salinas por ese procedimiento ya revela su actitud abierta, comunicativa, como revela también su preocupación existencial, tan acorde con las tendencias de la antropología moderna. No se crea, sin embargo, que la relación entre el yo del poeta y el posible tú sea un pretexto para la efusión fácil. Se trata de una relación compleja, verdaderamente creadora, en la que Salinas quiere llegar a la esencia del otro, busca la superación comunitaria —no sólo la personal— y entrevé un Más Allá de ideal perfección, sin abandonar por ello sus lazos con la realidad cotidiana.
No se puede negar la originalidad del planteamiento ni lo esencial de las búsquedas a que se entrega Alma de Zubizarreta. Pero lo que nos espera en su libro es incomparablemente más rico de lo que pudiera imaginarse. Cada coyuntura dialógica es dilucidada con todo pormenor no sólo en conformidad con las categorías apuntadas —los seres a quienes se dirige la palabra—, sino según la sucesión de los poemas salinianos y, asimismo, según la vibración que esos temas, como medulares que son, alcanzan en el hombre concreto que los escribió. Gracias a ello, la figura de la mujer amada, pongamos por caso, se nos presenta viva en toda su trayectoria, desde los preludios amorosos y la plenitud de la unión hasta la apatía y desvió final, ya entre sombras. Y el mar de El Contemplado se torna objeto absoluto también para nosotros. Además, la autora dedica varios capítulos a analizar como concebía Salinas su quehacer poético (desde el verso mismo, no desde la prosa crítica). Cierra el libro una completa bibliografía. Y lo abre Jorge Guillén con un prólogo de sumo interés, donde se condensa su visión de Pedro Salinas y del presente estudio.
Alta, dinámica poesía es la de Salinas, continuo canto de amor y de salvación por donde a veces asoma la criatura angustiada que a nadie quiso ceder su parte de sufrimiento y culpa en los males del mundo moderno.