Octavio Paz en su siglo

Octavio Paz en su siglo, de Domínguez Michael (Ciudad de México, 1962) es a la vez biografía y crítica literaria, la obra de madurez de uno de los más conocidos ensayistas hispanoamericanos de nuestro tiempo. Esta vida y obra de Octavio Paz (1914–1998), cuenta, una vez recorrida la enorme biblioteca que se ha reunido en torno al gran poeta mexicano, cómo confluye en el siglo XX la aventura, a la vez, de un testigo, de un intérprete y de un protagonista. Tras la infancia en Mixcoac de un niño condenado por su linaje –nieto de un guerrero periodista liberal e hijo de un atormentado intelectual zapatista– a vivir en la historia, el joven poeta Paz se convierte con velocidad, en un militante y no sin zozobras, en un disidente hijo, a la vez, de la Revolución mexicana y del influjo mundial de la Revolución rusa. Casado con la futura novelista Elena Garro, Paz presencia, en 1937, la guerra de España y tan pronto abandona el ferrocarril que lo ha llevado hasta Madrid, su mundo será el de aquellos quienes lo reciben en el andén, el de Pablo Neruda, de André Malraux, de los poetas surrealistas puestos al servicio de una revolución cuyas consecuencias tiránicas el poeta empezará a comprender y sufrir desde la juventud. Pero junto al poeta comprometido aparece su doble y su antagonista: el discípulo de los Contemporáneos, de Jorge Cuesta y de Xavier Villaurrutia a quien sólo la vida en el extranjero, durante y después de la Segunda Guerra mundial, en San Francisco, Nueva York y París, lo encaminará hacia sus primeros libros capitales, al amparo de André Breton, de Albert Camus y de Alfonso Reyes: Libertad bajo palabra (1949), El laberinto de la soledad –obra que Domínguez Michael coloca en el centro de este libro–, El arco y la lira (1956), Piedra de sol (1957), La estación violenta (1958). Su obsesión es México y una vez que renuncia al cargo de embajador como protesta por la matanza del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco, regresa al país donde se convertirá, hasta su muerte, en el polémico jefe espiritual de una cultura mexicana que a la vez lo idolatra y lo detesta, autor de un caudal de obras geniales, en prosa y en verso, a lo largo de sus espléndidos últimos años: Posdata, Los hijos del limo, Vuelta, Pasado en claro, El ogro filantrópico, Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe, Árbol adentro.