Mi canto se hace espina (poemas)

SEBASTIÁN BAUTISTA DE LA TORRE, dramaturgo, novelista, periodista y abogado, regresa en “Mi canto se hace espina", a su primera y nunca abandonada actividad liberarla: la poesía. Una docena de volúmenes impresos con cerca de veinte obras constituyen su bibliogra­fia: "Torero o muerte" (poema dramático); “Madrugada". "Llegó por la nieve" y "El |oven tímido" (tres piezas teatrales en un acto); "La galera de papel". "El opositor" y "Nuevo paso de las aceitunas"; "El hijo cuatrimotor", "Cosmonauta en tierra" y "Antes de las nueve: amor"; "Sobre un caballo de abril o las trombas del Rey Genuino", constituyen sus piezas teatrales impresas, a las que habría que agregar otras tantas escritas y estrenadas aunque no recogidas en libro. Su biblio­grafia narrativa comprende los siguientes títulos: "Sola se que­da la tierra" (doce relatos del abandono del campo); "Sexy Boom y otros relatos cinematográficos"; "Prisco Zaldúa: un rebelde de ocasión" (novela); "Raspajín y el brillo de los Ángeles" (cuento infantil); "Gas- parito ¡Pum! y otros cuentos"; "El saltador mágico y otros cuentos" y "Honorable Putiflor".

Junto a la dilatada bibliografia de Bautista de la Torre, [¿?]-se de la Puerta de Segura, se impone anotar, aquí, en Jaén, la labor cultural que desarrolla, como auténtico pionero, en los años de posguerra: "Lagarto" y "Al verde olivo", respectivamente, primera revista literaria, y colección de libros de litera­tura, en aquellas difíciles fechas.

"Mi canto se hace espina", [se nos viene como una obra de madurez en la que convergen las l/neas directrices de toda su creación literaria: el desgarrado amor a la verdad, la ineludible identificación con la tierra de nacencia y el compromiso ético; todo ello aunado en un verso directo, sin artificios vanos, fir­me y de fuerte arquitectura, con un lenguaje exacto y preciso en esa difícil sencillez que constituye una de las notas más sobresalientes de su recio estilo consolidado. En esta obra nos encontramos con la poesía que nace de las venas, rugosa por la verdad y el testimonio, sin que por ello sea ajena a cierta intimidad cordial y a no pocos acordes líricos. M. U.