Mangata

Las palabras imposibles se sienten, no se hablan.

“Mangata es una palabra especial. Sólo existe en sueco, y significa ‘caminito de plata que forma sobre el agua la luz de la luna’.”

Jana siente un torbellino de emociones desde la muerte de su hermana mayor. Ahora que Zya no está, un conglomerado de recuerdos dispersos, contradictorios e ingobernables se apodera de su día a día.

Jana es afortunada de tener una familia que la quiere: una abuela que a pesar de su edad aun le cuenta historias de hadas, su caris-mático hermano un tanto bufón, un padre paciente y empático; y una madre organizada y rigurosa, aunque con un corazón de hada. Sin embargo, Jana vive una lucha interna de identidad debido a la perdida y vacío que dejó su hermana. Una narración cuyo monólogo interno fluye como el agua hacia un despertar y liberación del alma. Jana aprende a decir adiós, a dejar ir, a recordar, a bailar sobre el agua sin hundirse.

Una preciosa obra que nos demuestra desde la vivencia de una joven de 14 años que lo mejor no es lo perfecto. Nos enseña a aceptar pacífica y serenamente el ciclo natural del crecimiento y aceptar la perdida inherente a la vida para aprender a navegar su preciosa imperfección.