Los heraldos negros
Categories: Latin American Poetry
Ningún otro poeta hispanoamericano de los últimos decenios como César Vallejo, ha suscitado tan abundantes y entusiastas comentarios críticos, ni ha marcado una huella tan honda sobre las generaciones líricas que le sucedieron. De lo primero son testimonio los diversos libros que se vienen consagrando en los últimos años —valgan como ejemplo los de Luis Monguió. Juan Larrea, André Coyné, Xavier Abril y Alberto Escobar, entre otros—; de lo segundo da fe el entusiasmo que su obra despierta entre los lectores jóvenes. César Vallejo nació en Santiago de Chuco, Perú, el 18 de marzo de 1892; murió en Paris, el 15 de abril de 1938, ciudad donde residía desde 1923. Su primer libro, Los heraldos negros, data de 1918, y acusa influencias modernistas; en rigor la revelación a su verdadera personalidad se produce cuatro años después, con la publicación de Trilce (1922), prologado por Antenor Orrego, quien acierta a descubrir en él “una técnica renovadora y distinta, la vocalización de la palabra original, la edénica puerilidad del vocablo, una manera personal y directa con que el poeta rompe a hablar porque acaba de descubrir el verbo". A estas caracterizaciones deberán agregarse otros nuevos elementos que aporta la poesía de Vallejo; su ruptura con las leyes de la sintaxis y la lógica, la extrañeza de sus imágenes y sus visiones metafísicas. Únase a ello también —como escribía el mismo Antenor-Orrego— “la significación acendradamente americana de la obra de Vallejo”, puesto que su expresión poética “es la versión directa, desnuda, original, recién nacida, del ámbito telúrico, geográfico y social de donde surge”. El resto de la obra poética de Vallejo apareció póstuma.