Las mejores recetas con huevos: desde las más sencillas a las más sofisticadas

Podemos asegurar que no existe producto alimenticio de tan variadísimas aplicaciones como eJ huevo. Puede combinarse, variarse y ser preparado de cualquier forma imaginable. La madre Naturaleza nos lo ofrece ya en su envase, limpio y sin problemas. Incluso cocido dentro de su revestimiento natural puede convertirse en un objeto decorativo y de gran atractivo para la vista.

No es de extrañar, pues, que desde los tiempos más remotos el huevo figure entre los productos alimenticios más populares, en buena parte por el mero hecho de que siempre habrá resultado mucho más fácil recoger huevos que salir de casa en busca de venado o de las propias aves. Según los arqueólogos, las aves fueron domesticadas hace más de 4500 anos. Y no en éste o en aquel lugar del mundo, sino en todas las culturas conocidas!

Por otra parte, la importancia del huevo para el hombre se pone asimismo de manifiesto en el papel tan relevante que siempre represento, y que aún sigue representando en muchos casos, como protagonista de innumerables mitos.

Mientras que en el siglo pasado el huevo era privativo de los hogares mejor situados (incluso los propios campesinos que los producían preferían venderlos que consumirlos ellos mismos a causa de los beneficios que obtenían), en la actualidad esas modernas granjas gigantescas de gallinas ponedoras han hecho del huevo uno de los alimentos más generalizados y de mejor presencia en todo tipo de menús.

La “fábrica de huevos” existe desde hace medio siglo en Europa, si bien en sus comienzos su único objetivo era producir un alimento popular a bajo precio, los criadores especializados y el comportamiento adecuado por parte de los consumidores han impuesto en este sentido considerables cambios de gran importancia. Es cierto que un huevo procedente de una de esas grandes fábricas no alcanza realmente el grado de calidad que distingue al huevo puesto por una gallina rural, pero también es verdad que la diferencia va siendo cada vez menor, debido al mejoramiento de las condiciones de vida y el enriquecimiento de los piensos de las gallinas de crianza industrial, lográndose que, en muchos casos, su sabor apenas pueda distinguirse en ningún tipo de cocina.

Lo fundamental para el logro de cualquier plato a base de huevos es, por supuesto, que éstos sean frescos. Sus posibilidades de variación tanto en aspecto como en sabor: aromático, picante, dulce, suelto, compacto, hilado, combinado o solo. En casos de visitas repentinas e inesperadas la reserva de huevos frescos puede ser nuestra salvación. Yo misma, madre de dos hijas bastante “particulares” en el aspecto culinario, sé que, en cualquier caso, a base de huevos siempre dispongo de recursos para salir airosa en cualquier situación.

Esta particularidad, contemplada de manera muy especial en la presente obra, la convierten en su principal ventaja. Efectivamente, una buena provisión de huevos frescos permitirá a ustedes, guiados por mis recetas, satisfacer fácilmente a los suyos, a sus familiares y amigos, a sus invitados esperados o imprevistos. En las siguientes páginas encontrarán soluciones diversas para cada caso, desde el plato l sencillo y ligero hasta el más festivo y, en resumen, el placer de entregarse a ese maravilloso arte de la gastronomía en base al más “polifacético” de nuestros productos alimenticios: el huevo. (Veronika Muller)