La obra narrativa de Max Aub (1929-1969)

Este libro es el resultado feliz de muchos años de lectura, estudio y fervor. De él sale Max Aub valorado como lo que fue: uno de nuestros máximos narradores. Tres aspectos han movido la atención de Soldevila: el contenido argumental de todas las obras narrativas aubianas (novelas, relatos, cuentos), desde los comienzos hasta 1969; la especial visión del mundo que en ellas se transparenta, a partir de los propios personajes; por último, la técnica y la estructura. Tales aspectos desembocan en datos coincidentes que, al superponerse, permiten al crítico entender la estructura última de la creación aubiana como un laberinto mágico en el que el hombre busca salida. Varios índices (de temas socio-políticos, de personajes históricos, de intelectuales, etc.) y una completa bibliografía coronan el libro.

Historias, ambientes, momentos de la guerra civil, ha pintado a desgarrones, magistralmente, Max Aub. Estamos, dice Soldevila, ante una serie laberíntica de textos de todas dimensiones. Con historias fragmentadas o recompuestas, con cambiantes enfoques y brutales azares. Como en las ondulaciones de un inmenso tapiz, vemos aparecer multitud de figuras que pasan a principales por un momento y luego desaparecen o se confunden con otras. Por esas encrucijadas transita un hombre desorientado que no acaba de entender la razón de lo que está viviendo. Sólo una pareja, Vicente y Asunción, logrará salvarse a fuerza del amor. Laberinto es también la obra de Max Aub en su conjunción de contrarios: enmarañada y diáfana; conceptista y coloquial; individual y comunitaria; seca (secamente objetiva) y transida de ternura (dígalo esa alma cándida, el Málaga). En su galería de mágicos espejos lo que anida es un hondo deseo de comprender al hombre.