Evolución de las letras chilenas
Categories: Literary Criticism
Si el panorama literario que constituye el objeto de las siguientes líneas, hubiera de contarse desde el 18 de setiembre de 1810, bien poco habría que decir en el comienzo. En aquella fecha, trascendental para el destino histórico de la nacionalidad y para la formación de su política, el estado de los estudios y la realidad de la producción literaria distaban mucho de llamar la atención. Pero en el pasado no había sido lo mismo. Chile contaba, en pleno siglo xviii con un teólogo cuya obra dio la vuelta al mundo, y, traducida y comentada, se editó con profusión en diversos países, todo ello hasta el punto de que la Santa Sede, a quien se denuncio la posible herejía de algunos de sus términos, la hizo examinar y prohibió su lectura a los católicos. Hemos mencionado a Manuel Lacunza (1731-1801), nacido en Santiago y que, acogido al seno de la Compañía de Jesús, hubo de sufrir extrañamiento en Italia desde 1767 hasta su muerte. Lacunza era todo un estilista, y en su libro refulgen no pocos sitios inspirados, donde la lengua, plástica y macerada en las vigilias del estudioso, se hace artística y provoca el aplauso.
Pero el cultivo de las letras no se confinó a ese siglo. En el albor de la vida histórica de Chile, algunos episodios de su conquista dieron tema a don Alonso de Ercilla y Zúniga (1533-94) para escribir La Araucana, el más importante de los poemas épicos de la lengua española…