El mito del eterno retorno

El conocimiento de la espiritualidad oriental y de las formas más arcaicas de enfrentamiento humano con lo sagrado ha permitido ampliar considerablemente el marco de estudio de las religiones comparadas, limitado hasta hace poco a los temas y respuestas del pensamiento Occidental. Para esta apertura de horizontes la contribución de MIRCEA ELIADE ha sido decisiva.
EL MITO DEL ETERNO RETORNO, obra clave en su bibliografia, es en cierto modo una introducción a la Filosofía de la Historia; con la particularidad, sin embargo, de que el material analizado en sus páginas son los mitos y creencias de las sociedades tradicionales en rebelión contra el tiempo concreto y movidas por la nostalgia del regreso a los orígenes. Las categorías en que se expresa esa negación de la historia son los arquetipos y la repetición, instrumentos necesarios para poder rechazar las secuencias lineales y la idea de progreso. Sin embargo, seria trivial limitarse a una explicación exterior de estas actitudes y considerarías simplemente como una consecuencia de las tendencias conservadoras de las sociedades primitivas; en ese rechazo de los acontecimientos que no pueden ser referidos a regularidades arquetípicas subyace una valoración metafísica de la existencia humana, una ontología arcaica que la antropología filosófica debe incluir en sus reflexiones en pie de igualdad con las concepciones de la cultura Occidental. Del mismo autor en esta colección: “Herreros y alquimistas” (LB 533)