El irracionalismo poético: el símbolo
Categories: Literary Criticism
Sin cejar en el objetivo de esclarecer científicamente grandes zonas vitales de la poesía contemporánea, Carlos Bousoño ha consagrado este libro a estudiar el irracionalismo o simbolismo poético en cuanto a su actitud creativa, sus técnicas y sus efectos consiguientes sobre el lector. Entiéndase que no se trata del simbolismo de una determinada escuela, sino de una visión general que las traspasa todas. La reflexión crítica del autor –teoría literaria, estilística, psicología del arte-, insistiendo y ahondando en anteriores estudios suyos, parte de la cosmovisión de la época, muy individualista y subjetivista; pero, naturalmente, son los textos mismos de los poetas los que le servirán para edificar importantes teorías, principios y leyes, de base psicológica, oscilante entre lo latente y los manifiesto, lo preconsciente y lo consciente, lo serio y lo lúdico. Ambiciosa tarea.
El irracionalismo había de provocar una revolución apenas sin paralelos, con inmensas posibilidades expresivas. De Baudelaire o de Rubén Darío acá, una imagen poética – visión, símbolo, etc.- ya no necesita ser entendida para que emocione. Obra en nosotros, si es eficaz, de un modo oscuro, no por vía lógica directa o indirecta (según ocurría en las imágenes tradicionales). Pues bien, Bousoño ha logrado reconstruir ese proceso psicológico-simbólico, estableciendo por primera vez las «ecuaciones preconscientes» que se producen en el lector y le permiten identificar el plano real y el imaginario. De lo único que tiene consciencia un lector de poesía es de la emoción última. Se le escapa el sentido oculto del símbolo, que es el que nuestro crítico aclara lúcida, extraestéticamente. Una gran floración nos aguarda, para mayor delectación analítica: tipos y formas irracionales, encadenamientos, propiedades, desarrollos históricos, causas.
¿Cómo apiñar aquí a los muchos poetas franceses y españoles comentados? Señalemos, sí, por su importancia la nueva y congruente explicación sobre el funcionamiento de la mente primitiva y la medieval al concebir multitud de fenómenos histórico-culturales; o bien, en otro aspecto, el cuidadoso deslinde entre símbolo y «connotación». Resulta diáfano que Bousoño entiende la irracionalidad contemporánea no como una huida hacia lo irreal, sino como un nuevo modo de ver la realidad. En general, escribir poesía –esto es, desviarse de la «norma» fijada por la lengua– le parece una manifestación de libertad frente a las limitaciones prácticas del mundo y la sempiterna lógica común. Por la poesía nos sentimos apasionadamente, dichosamente vivos. Venga el simbolismo en hora buena, con sus trémulas e irracionales emociones.