Cuatro extremos de una soga

De Cuatro extremos de una soga penden ocho cuentos que amarran al lector. La exploración de la realidad en situaciones-límite crea una atmosfera difícil de abandonar a medio camino; es como bajar ante la consunción inminente de un edificio por una^; escalera de incendios que nunca termina. A la par, Sequera encuentra la palabra exacta, común e irrepetible para nombrar las cosas cotidianas rodeadas del absurdo. La fuerza poética de los textos contrapesa el clima de lo extraño con toda una gama de contrastes, a los que el autor es tan afecto. Libro donde caben todas las posibilidades, sobre todo las que el lector desecha, hace, del ejercicio narrativo una calistenia de la inteligencia.

Armando José Sequera crea un mundo con bases lógicas propias, donde lo onírico no se plantea a través de imágenes alucinantes, sino terriblemente familiares al lector. Mundo sembrado de fantasmas perseguidores que se manifiestan con la más absoluta normalidad. Espacio donde el autor se convierte en perseguidor de sus fantasmas, la soledad, la esperanza, donde los contrastes constituyen un método de conocimiento.

Armando José Sequera nació en Caracas el 8 de marzo de 1953 y ha obtenido numerosos reconocimientos en concursos literarios, entre ellos el Premio Casa de las Américas, en Cuba, en 1979, con el libro Evitarle malos pasos a la gente. Ha publicado otro libro de narrativa: Me pareció que saltaba por el espacio como una hoja muerta (Caracas, 1977).