Cervantes: raíces folklóricas
Categories: Literary Criticism
La crítica de M. Molho planea como ave rarísima por estos cielos más o menos españoles. Y no porque el autor se proclame lingüista antes que todo, pese a sus cursos de literatura en la Sorbona, sino porque, al ahondar en las obras de los escritores cultos que han reelaborado materiales folklóricos, indaga y descubre los arquetipos originarios forjados por la fantasía popular, cons sus mecanismos internos, su función estructural, sus raíces socioeconómicas y metapsicológicas, sin olvidar, naturalmente, cuantas varias novedades aporte el reelaborador (aquí Cervantes). Programa tan complejo podrá acaso suscitar extrañeza. Sumérjase el lector en estas páginas y lo encontrará superado todavía.
Era de esperar una armazón teórica tras el programa. Y, en efecto, el primer estudio de Molho –son tres en total– nos ofrece una nueva teoría literaria de lo popular a la que no resultan extrañas las ideas de los románticos alemanes. Productos folklóricos –canciones, cuentos, refranes y demás– son aquellos que tienen por único emisor y receptor al pueblo, esto es, a las clases «subalternas e instrumentales». La cosmovisión del trabajo les sirve de fundamento. Impersonales, anónimos, orales, variables, cuentan con su propio circuito creativo, rotundamente opuesto al circuito culto, dentro del cual no pueden entrar sin sufrir profundas alteraciones. En manos del intelectual, ambiguamente dividido entre lo particular histórico y lo universal, tales productos cambian de sentido. Ni el lado social –actitud fantástico-compensatoria frente a las clases hegemónicas– ni el lado psicológico –abismos de la sabiduría inconsciente colectiva– subsistirán intactos.
Como ilustraciones –pero mucho más que eso– a la anterior teoría aparecen los otros dos estudios: sobre el entremés cervantino del Retablo de las Maravillas y sobre la figura de Sancho Panza. He ahí dos mundos villanescos y exultantemente cómicos (con villanos ricos y fatuos el primero, y con villano pobre y delicioso el segundo). Molho ha estudiado sutilmente, para el Retablo, las versiones folklóricas europeas del cuentecillo originario (pintura y paño invisibles); para Sancho, los cuentos sobre el arquetípico y reversible tonto-listo (Juan Tonto, etc.). Y no sólo esto: superpone sus distintas lecturas de los textos para encontrar el sentido oculto de lo polisignificativo, rastrea aspectos histórico-sociales, indaga antropónimos, ejercita el psicoanálisis y hasta exalta la risa catártica, liberadora, escondida en las entrañas de las obras. Cómo nos regocijan las grotescas fantasías del Retablo de verdad y mentira, castrados y «machas» Cciegos? –en loca zarabanda.