Casablanca la bella
Categories: Latin American Narrative
La lluvia cae sobre Casablanca iracunda, alucinada. Baja el agua por las canoas del techo al patio a trompicones, como llevada de la mano de mi señor Satanás. Quiebra tejas, moja pisos, forma charcos y los charcos lagos. Borbotea de la ira la maldita. Casablanca no es una ciudad, es una casa: blanca como su nombre lo indica, con puertas y ventanas de color café y una palmera en el centro de un antejardín verde verde. Y así ha sido siempre y así siempre será, incambiada, incambiable, como el loquito de arriba, el que dijo: «Yo soy el que soy». Yo también. Yo soy el que soy.
The rain falls on Casablanca in violent greatness. As if guided by the hand of my lord Satan, water slides down its rooftop breaking tiles, forming lagoons bubbling in its cursed ire. A single palm tree stands tall at the center of a bright green forecourt while bright white walls frame doors and windows of an earthy brown. Casablanca is not a city but a house as unchanging and unchangeable as the voice that lives in above stairs that said: «I Am Who I Am». I am as well. I am who I am.