Barroco y clasicismo

En esta nueva edición de Barroco y Clasicismo se encontrara, pues, perseverancia de un método de explicación, que procura aclarar la obra de arte o literaria por un clima a la vez social y mental, del que sólo dan cuenta las circunstancias históricas. No obstante, el estudio se extendió a países que la primera edición del libro no presentaba. En parte es el resultado de la encuesta llevada a cabo desde 1957. La edición inglesa aparecida en 1961, merced a la inteligente simpatía del editor R. Weidenfeld, con el título The Age of Grandeur, contenía un capítulo sobre Inglaterra cuya reproducción ha sido autorizada aquí. Asimismo, las P.U.F.*han tenido la gentileza de permitir la utilización del primer capítulo de Barroco (núm. 923 de la colección “¿Que sais-je?) dedicado a la definición e historia de la palabra ‘Barroco’ del que trata sobre el Barroco español. Los capítulos que se refieren a Europa central fueron modificados para conceder más espacio al Barroco abacial, del cual la región en tomo del lago Constanza posee las pruebas más expresivas. Hemos acentuado más el florecimiento, después de 1683, de un Barroco triunfal, bastante diferente al que lo había precedido. Es necesario haber adquirido no sólo la información que proporcionan los libros, los artículos eruditos o los archivos, sino cierta impregnación que procuran la frecuencia de las estancias, la familiaridad con los lugares y la observación de las supervivencias. Este libro, tal cual está, no se ofrece como una historia completa del Barroco y del Clasicismo, de sus oposiciones y afinidades. El método no pudo ser aplicado del mismo modo a todos los países. Por lo demás, el propósito sigue siendo el de un ensayo de demostración, con ayuda de algunos ejemplos autorizados.