Antología de cuentistas españoles contemporáneos (1939-1966)
Categories: Spanish Peninsular Narrative
Estupenda antología esta de cuentistas contemporáneos reunida por Francisco García Pavón, gran cultivador y conocedor del género. Se ha ido renovado por dentro, de edición en edición. Han desaparecido de ella algunos autores y han surgido otros nuevos, pero aun los mismos conservados es frecuente que figuren con un cuento distinto. No podía ser de otro modo: una antología ha de irse acomodando a la perspectiva del tiempo y a la llegada de nuevas generaciones. Si no hemos contado mal, son cuarenta y seis los autores que ahora figuran con sendos relatos. Entre ellos hay nombres muy famosos y otros que no lo son tanto.
Abarca la antología alrededor de treinta años de creación, y unos pocos más se encontrarían entre las fechas de nacimiento que separan a los más y menos jóvenes. Quiere ello decir que en todo ese tiempo han ocurrido en España cosas importantes que espetaríamos ver reflejadas de algún modo en los presentes cuentos. Es curioso: la primera y más grave, nuestra guerra civil, apenas si ha dejado huellas en ellos. Brilla también por su ausencia, salvo algún caso muy aislado, todo rastro de política o ideología. Más frecuente e intensa resulta la nota religiosa, que a veces desemboca en lo maravilloso y lo ejemplar. ¿Qué es lo que atrae entonces especialmente a nuestros cuentistas? Todo lo social –como bien ha destacado García Pavón–, y concretamente la consideración de las gentes humildes, cuyo modo de vivir, hablar y sentir se pretende a menudo reproducir aquí. Como protagonistas frecuentes encontramos a peones, obreros, campesinos, rústicos, pastores, vendedores, criadas, golfillos, mujeres de la vida, etc. Son los pobres, los desnudos de todo, los ignorantes (por fuerza), y hasta los deficitarios o tarados, los que mueven al narrador y le inclinan a simpatía, o a observación atenta cuando menos. El dolor ante la injusticia social, está muy vivo en la presente antología, aunque no siempre de modo declarativo. Y hay también, en relación con ello, como una denuncia de la ciudad y un volver los ojos, añorantes quizá, a la naturaleza y al campo.
Claro está que hablamos de un enfoque dominante en la antología, no del único, ni mucho menos. Si algo la distingue es, precisamente, su variedad. Caben en ella asuntos muy diversos, como caben sueños, fantasías, simbolismos, huidas de la realidad cotidiana o maneras distintas de apresarla, según ya apuntábamos al aludir a lo religioso. Aun en lo social lo que más interesa a estos autores es el lado humano, la experiencia vital. A propósito no hemos utilizado la palabra «realismo», que se presta a fáciles confusiones. Sí podría decirse que, por debajo de la actitud sociológica, parece existir una intención crítica, un verdadero deseo de mejora. Sea como sea, esta antología contiene muestras admirables y hace desear lo que pide García Pavón: una mayor difusión y valoración de los cuentos españoles.