2000 años de cristianismo: historiograma del camino de la Iglesia

…Nosotros creemos que se trata de una aventura única, el de una navegación curiosa, no exenta por cierto de borrascas y tempestades pero con un objetivo claro. Estos “2000 años de Cristianismo”, al final del segundo milenio, quieren ser como una llamada al júbilo. No se basa en los méritos propios sino en la conciencia de que, aunque nos vanagloriamos de esta época actual, grandiosa por sus avanzadas y conquistas, no somos más que “enanos sobre los hombros de gigantes”.

Por eso este mapa de carreteras quiere invitarnos también a hacer un viaje en sentido inverso, hacia los orígenes, nuestras raíces, en el que nos encontraremos con todos nuestros antepasados que han llevado la carga que hoy nos permite gozar entre luces y sombras de una época francamente espectacular.

Sabemos que para Dios la humanidad no es solamente los cinco o seis mil millones a quienes se les concede el privilegio de haber conocido este puerto sino también todos los que han sido y los que serán, formando entre todos una inmensa cadena en la que no somos más que eslabones.

Sentido de este trabajo: En el momento del jubileo no se trata solamente de celebrar el año 2000 sino también los dos mil años. La celebración cristiana incluye, además, la toma de conciencia, la evaluación y por lo tanto el reconocimiento con dolor de los yerros v extravíos. Más aún, es también sacrificio: el del Señor y el de todos sus seguidores que han dado la vida por los amigos. Se trata de ser testigos, como los mártires, que están en la base de toda esta historia.

Dicho esto afirmamos que gracias al don de Dios podemos celebrar con autentico júbilo el acontecimiento. No se extrañe el lector de ver anotados tanto éxitos como desaciertos. Téngase en cuenta que en estos últimos, como en los fracasos, muchas veces hay tanta o mayor enseñanza que en los éxitos. Es así como la historia se hace maestra. Aquí es precisamente donde aparece e la pauta de una doble lectura para hacer de las páginas que siguen: ver en muchos detalles de la historia la mano del hombre, pero sobre todo, en el conjunto, la mano de Dios…